No podemos ni imaginarnos cómo sería nuestra vida sin la meditación. Nos ha acompañado en muchos momentos difíciles y en muchos de los cambios de nuestras vidas, manteniéndonos sanos. La vida es bastante difícil; nunca sabemos que será lo próximo, y sólo cuando nuestras mentes están limpias y centradas podemos tomar las mejores decisiones.
¿Cómo eres capaz de lidiar con la locura y el caos del día a día? ¿Cómo lidias con los retos de la vida? La meditación es a menudo mal entendida y subestimada. ¿Cómo nos afecta la meditación? ¿Cómo altera la meditación a nuestras prioridades, nos hace amigos de nosotros mismos y encuentra respuestas a nuestras preguntas?
Aquí les mostramos ocho maneras en las que la meditación puede darle más significado a nuestra vida y hacerla más agradable.
1. Vivir con bondad
Nadie merece tu amabilidad y tu compasión más que tú. Cada vez que ves o sientes el sufrimiento, cada vez que cometes un error o dices algo estúpido y te menosprecias, cada vez que piensas en alguien con quien estás a pasar un mal momento, cada vez que encuentras la confusión y la dificultad de ser humano, cada vez que ves a alguien agobiado, decepcionado, o irritado, puedes parar y llevar amabilidad y compasión.Respirando lentamente, en silencio repite: Estoy bien, soy feliz, me lleno de amorosa bondad.
2. Iluminando el camino
En un estado de estrés, es fácil perder el contacto co la paz interior, la compasión y la bondad; en un estado de relajación, tu mente está clara y puedes conectarte con un profundo sentido del propósito y el altruismo. Meditación y medicación derivan del latín "medicus": cuidar o curar. Por lo tanto, la calma es el remedio más efectivo para una mente sobre saturada. Cada vez que veas llegar el estrés, el corazón se acelere, la mente se sature, tan sólo concéntrate en la respiración y lentamente repite: al inhalar "Calmo el cuerpo y la mente"; al exhalar "Sonrío".
3. Dejarme llevar
La tranquilidad está siempre ahí entre los pensamientos, detrás de la historia, debajo del ruido. Lo que nos aparta de experimentar nuestro estado natural de ser es la habitual y ego-dominadora mente de mono. La meditación nos permite ver claramente, ser testigos de nuestros pensamientos y actos y reduce nuestra involucración. Con esta práctica de auto-reflexión no es posible parar las peticiones del ego. Estando auto-centrados, podemos volvernos otros-centrados, y así preocuparnos del bienestar de todos.
4. Disolver la rabia y el miedo
Nosotros no aceptamos nuestros sentimientos negativos tan fácilmente: lo que solemos hacer es reprimirlos o negarlos. Pero cuando no los aceptamos nos producen: vergüenza, depresión, rabia y ansiedad. La meditación te invita a encontrarte con esos sentimientos abiertamente y te muestra cómo el egoismo, la aversión y la ignorancia crea un sin fin de dramas y miedos. Debajo de todo eso se encuentra una silenciosa calma donde te puedes encontrar a ti mismo; y ésa es una maravillosa experiecia. Tanto si realizas la meditación durante apenas diez minutos al día o más, da igual. Estarás eliminando tus limitaciones, mientras te abres a la auto-aceptación y a la auto-conciencia.
5. Despertando el perdón
El perdón es el mayor regalo que te puedes dar a ti mismo y a los demás. Mientras te sientas en meditación, mira tus pensamientos y sentimientos moviéndose dentro de ti, de modo que puedas observar que quien eres ahora no es el que eras hace un momento, hace un día, hace una semana, o hace un mes. El que tú, o cualquier otro, érais cuando el dolor fue causado no sois quienes sois ahora. Cuando experimentas tu interconexión esencial ves cómo la ignorancia de todo esto crea separación y sufrimiento, de modo que el perdón por dicha ignorancia aparece espontaneamente.
6. Generando seguridad
Simplemente con el intento de causar menos dolor puedes traer mucha dignidad a tu mundo, de modo que el daño es substituido por seguridad y la falta de respeto con respeto. El daño muchas veces es causado sin mala intención, ignorando los sentimientos de alguien, menospreciándote, reafirmando tu desesperanza, cuando no te gustas a ti mismo, o viéndote a ti mismo como un incompetente o sin valor. Cuánto resentimiento, culpa o vergüenza llevas siempre contigo perpetuando su nocividad? La meditación te ayuda a transformar esto a través del reconocimiento de tu bondad esencial y el valor incalculable de cada vida.
7. Agradecer la gratitud
Tómate un momento para agradecer a la silla en la que estás sentado. Considera cómo la silla fue hecha: la madera, algodón, lana o cualquier otra fibra, los árboles y las plantas que fueron usadas, la tierra donde crecieron esos árboles, el sol y la lluvia, los animales que tal vez dieron sus vidas, las personas que prepararon los materiales, la fábrica donde la silla fue hecha, el diseñador y el carpintero y la costurera, la tienda que la vendió, todo esto sólo para que tú estuvieras sentado en ella, ahora. Ahora extiende ese profundo agradecimiento a TODO y a TODOS los involucrados en tu vida.
8. Ser consciente
La conciencia es la clave del despertar. A través de la conciencia puedes ver a tu mono mental y todos sus daños. Casi todo lo que hacemos lo hacemos para conseguir algo: si hacemos esto entonces conseguiremos aquello; si hacemos esto otro entonces pasará eso otro. Pero la meditación sólo la haces para hacerla. No hay ningún otro propósito a parte del de estar aquí, en el momento presente, sin intentar ir a ninguna parte o consiguiendo algo. Tan sólo eres consciente de lo que está pasando, tanto si es agradable como si no. Sin juzgar, sin bien o mal. Tan sólo siendo consciente. Disfrútalo !
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